Algunas veces la vida te mantiene ocupado, este es el caso del staff de La Casa. Pero la semana pasada apartamos un tiempo para ir fuera de San Salvador y tener un tiempo de quietud. Hoy en día la mitad de nuestro staff administrativo es prácticamente nuevo y era necesario reflexionar acerca de la Visión, Misión y Propósito de La Casa.

Puedo comparar nuestro staff con un equipo de fútbol que pasa su pre-temporada en entrenamiento antes de salir a la cancha. Como equipo de trabajo necesitamos, en primer lugar, escuchar a nuestro entrenador (el Señor Jesús), conocer Su corazón, Sus estrategias y vivir el día a día conforme a Su voluntad, siendo un ejemplo para los demás.

Durante nuestro retiro de planificación estudiamos el Salmo 78:1-8. Gary, nuestro director, nos hizo ver la responsabilidad que tenemos de dar a conocer las promesas y los milagros del Señor a la próxima generación. Modelando nuestra confianza en Dios y enseñándoles la fidelidad del Señor. Nuestros niños tienen la oportunidad de experimentar Su obra. El Salmo 78 dice que si estos niños ponen su confianza en Dios, ellos no repetirán los errores de la generación pasada.

Este tiempo también nos sirvió para examinar nuestra vida espiritual. Gary nos ayudó a entender que no podemos ofrecerles nada que no tengamos a nuestros niños; por eso es importante que tengamos una estrecha relación con Dios para que podamos compartir de Él con corazones sinceros. Para ello, cada uno de nosotros nos comprometimos a cumplir una meta para el próximo mes, modelando así una vida más saludable a nuestros niños.

Antes de terminar, queremos compartir con ustedes el gran reto que tenemos como equipo, el resultado final que queremos alcanzar se encuentra aquí:

Visión:

“Sanar los corazones, restaurar familias y traer esperanza para niños en crisis en El Salvador”.

¿De qué forma lo lograremos?

Misión:

“Modelar una vida de hogar saludable, proveer consejería Cristo-céntrica, educación, planeación de vida y apoyo a las familias”.

Queremos vivir nuestra Misión diariamente. Acompáñanos en oración para que podamos modelar corazones sinceros que sirven a Dios y tienen oídos atentos a escuchar los corazones de nuestros niños.

“No las encubriremos a sus hijos, contando a la generación venidera las alabanzas de Jehová,Y su potencia, y las maravillas que hizo…A fin de que pongan en Dios su confianza…” Salmos 78:4-7

Por Diana de Rodriguez

Editado por Sharon Powell