by Jen Hess, doing an internship at La Casa for 1 year
Enjoying their pizza / Disfrutando su pizza
Birthdays are a special part of life and are meant to be celebrated. The children at La Casa de Mi Padre, like any other child, love to be recognized and shown special attention. This morning I entered La Casa de Mi Padre with the idea of taking a walk or doing something extra with the two youngest boys and their tía to allow them some time out of the house. When I spoke with Loida, I discovered that today was Ricardo’s birthday. She suggested that we get some pizza for them for lunch and maybe go to the zoo. And so off to the zoo we went – Loida, Ricardo, Emmanuel, and I. Much to our dismay the zoo was closed but we kept driving, looking for a park to visit. In the end we came to a large park with a playground, large trees, and a beautiful lookout. Ricardo was in his element as he went down the slide or played on the swings. Both of the boys enjoyed climbing the many steps through the coffee trees to reach a lookout up the hill. It was Emmanuel though who brought a smile to our face with his unbidden bursts of laughter. Content was the word to describe him, with a smile from ear to ear.
Tío Julio with Ricardo on his birthday last year / Tío Julio con Ricardo en su cumpleaños del año pasado
With Ricardo, I tried to teach how to appreciate God’s creation by smelling or looking at it versus touching it. The message was somewhat in vain as I pointed out a butterfly and he promptly grabbed it by its’ wings. It seemed to survive the intrusion, no worse for the wear. Emmanuel laughed delightedly whenever a butterfly flew near him. The opportunity for them to be outside where there is beauty and the freedom to run around in the grass does not happen very often and so it was neat to be a part of this outing with them. They both fell asleep on the drive home, tired from the climbing and playing. Later I entered in their room to see them sitting at their little table eating pizza – a true party. Ricardo’s cake will come tomorrow when his other primary caregiver is here too, but at least for today he had some extra opportunities to make his day special.
Cumpliendo Dos
por Jen Hess, realizando una pasantía en La Casa por el año
Tía Loida with the boys / Tía Loida con los niños
Los cumpleaños son un parte especial de esta vida y deben ser celebrados. A los niños en La Casa de mi Padre, como cualquier niño, les encanta ser reconocidos y que les den mucha atención. Esta mañana, llegué a La Casa con la idea de dar un paseo u otra actividad especial con los dos niños menores y su Tía para permitirles un rato fuera de la casa. Cuando hablé con Loida, su Tía, me di cuenta de que hoy era el cumpleaños de Ricardo. Ella me sugirió que compráramos pizza para su almuerzo y tal vez ir al zoológico. Entonces fuimos al zoológico — Loida, Ricardo, Emmanuel, y yo. Desafortunadamente, estaba cerrado, pero seguimos manejando y buscando un parque para visitar. Al fin, llegamos a un parque grande con un patio de recreo, árboles grandes, y una vista preciosa. Ricardo estaba perfectamente contento mientras bajaba el tobogán y se columpiaba. Ambos de los niños disfrutaban subiendo las escaleras por las plantas de café para llegar a la cumbre de la colina. Era Emmanuel, sin embargo, quien provocó sonrisas en nuestras caras con sus carcajadas. “Contento” es la palabra perfecto para describir como estaba, con una sonrisa sobre toda la cara.
Loida and Ricardo on the slide / Loida y Ricardo en el deslizadero
Con Ricardo, le traté de enseñar como apreciar la creación de Dios por olerla o verla en vez de tocarla. El mensaje fue en vano cuando él señaló una mariposa y la agarró por las alas. (Sin embargo, creo que sobrevivió.) Emmanuel se rió con deleite cuando una mariposa volaba cerca de él. La oportunidad que ellos tuvieron de estar afuera donde hay belleza y la libertad de correr por todos los lados en la hierba no pasa mucho, así que fue especial para ser parte de esta salida con ellos. Los dos se durmieron en el camino de regreso, cansados de subir y jugar. Luego, entré en su cuarto y los vi sentados en su mesita comiendo pizza – una verdadera fiesta. El pastel de cumpleaños de Ricardo viene mañana cuando llegue su otra Tía, pero por lo menos hoy tenía una oportunidad de tener un día especial.