One of the most frequently asked questions about our sponsorship program is in regards to our family program. One of the key elements of our vision statement is to restore family relationships. When most think of a “children’s home”, they associate the words, “no parents”, but this is not the case. The majority of the children who live in La Casa de mi Padre are not up for adoption, they have family of some sort, much like children in the foster care system in the United States. However, due to a variety of reasons, the children are not currently able to live with their parent. Other children have aunts, uncles, grandparents, or even older brothers and sisters.

This information was not readily available when the children came to be under our care. We actually learned this the hard way when we had two girls placed up for adoption and the night that we said “good-bye”. An aunt, uncle and younger brother showed up at our home to say good-bye as well. While chatting with these family members, we realized they had a desire to connect; our heart broke that we had never worked to know more about each child’s story beyond the wounding. Don’t get us wrong, we want every child to have the opportunity for a forever family to sweep them up and call them their very own if they do not currently have one; but that is not reality. Adoptions are not common nor easy in El Salvador at this time. Topple that with statistics that show that the majority of children who leave children homes go out to seek family. What if we never made the effort to improve those relationships? The possibility of repeated cycles rises substantially.

After the awakening of the fact that the children we serve have family and even long to know them, we began to intentionally seek out family, determine the possibility of restoration, and work towards healthy reconnection. Every other week, family members come to La Casa for a day of activities planned especially for creating healthy relationships and reconnection. Family members also participate in counseling sessions to help in their own healing of the past and to learn new ways of interacting. Family groups share a meal together and help clean up afterwards.

Working with our families does not stop there. Two days a week, our social workers and psychologists visit with a family in their home. These visits are designed to encourage families in working towards goas set and to help them transfer what they are learning in counseling sessions into the home. It also gives us an eye into reality and helps us to see first-hand the real needs of the families we serve.

By sponsoring a child in the family program area, you help to provide the costs for planning our family days within La Casa, the meal they share, gas to visit their homes, small food packages for families visited, and medical emergency needs that arise.

Perhaps helping a child stay connected to family and helping families to grow towards healthy interactions is something that touches your heart. If so, we would love to share with how you could make a difference in child’s/family’s life.

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Una de las preguntas más frecuentes acerca de nuestro Programa de Patrocinios es acerca de nuestro Programa Familiar. Uno de los elementos clave de nuestra visión es restaurar las relaciones familiares. La mayoría relaciona un “Hogar de Niños” con las palabras “sin padres” pero este no es el caso. La mayoría de los niños que viven en La Casa de mi Padre no están en adopción, tienen familia de algún tipo, al igual que los niños en el sistema de adopción en los Estados Unidos. Sin embargo, debido a una variedad de razones, los niños no están en condiciones de vivir con sus padres. Otros niños tienen tías, tíos, abuelos o hermanos y hermanas aún mayores.

Esta información no estaba disponible cuando los niños llegaron a estar bajo nuestro cuidado. En realidad nos enteramos de esto de la manera difícil cuando dos niñas que vivían en La Casa fueron colocadas en adopción y la noche que nos dijeron “adiós”, una tía, tío y su hermano menor se presentaron en nuestra casa para decir adiós también. Mientras charlábamos con estos miembros de la familia, nos dimos cuenta de que tenían un deseo de restaurar la familia; nuestro corazón se rompió ya que nunca habíamos trabajado para saber más sobre la historia de cada niño más allá de la herida. No nos malinterprete, queremos que cada niño tenga la oportunidad de tener una familia para siempre a la que ellos puedan llamar su propia familia si no tienen una; pero esa no es siempre la realidad. Las adopciones no son comunes ni fáciles en El Salvador en este momento. Las estadísticas muestran que la mayoría de los niños que abandonan los hogares de niños salen a buscar a su familia. ¿Y si nunca se hizo el esfuerzo por mejorar esas relaciones? La posibilidad de repetir los ciclos se eleva sustancialmente.

Después de reconocer el hecho de que los niños que servimos tienen familia e incluso mucho tiempo de conocerlos, comenzamos a buscar a miembros de sus familias, a determinar la posibilidad de la restauración, y trabajar hacia la reconexión saludable. Cada dos semanas, los familiares vienen a La Casa para pasar un día de actividades programadas especialmente para crear relaciones saludables y reconexión. Los miembros de la familia también participan en sesiones de consejería para ayudar en su propia sanidad del pasado y aprender nuevas formas de interactuar. Los grupos familiares comparten una comida juntos y ayudan a limpiar después.

El trabajo con nuestras familias no se detiene allí. Dos días a la semana, nuestros trabajadores sociales y psicólogos visitan a una familia en su casa. Estas visitas están diseñadas para alentar a las familias en el trabajo hacia metas establecidas y para ayudarles a transferir lo que aprenden en las sesiones de consejería en el hogar. También nos da un vistazo de su realidad y nos ayuda a ver de primera mano las necesidades reales de las familias a las que servimos.

Al patrocinar a un niño en el área de Programa Familiar, usted ayuda a cubrir los costos para planificar nuestros días con las familias dentro de La Casa, la comida que comparten, gasolina para visitar sus hogares, pequeños paquetes de alimentos para las familias visitadas, y las necesidades de emergencias médicas que aparecen.

Talvez ayudar a uno de los chicos a conectarse con su familia y ayudar a las familias a mejorar sus relaciones es algo que te toca el corazón. Si es así, nos encantaría compartir cómo puedes hacer una diferencia en la vida de la familia y de los chicos.

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