By Gary Powell, Executive Director

2010 was a record year for rain in El Salvador with the season’s rainfall exceeding 2.8 meters.  A mission team had just finished a picnic area on the farm when the rains began, and it seemed as if they would never stop.  This became a big problem

Erosion close to the pavilion / La erosion junto al área para actividades múltiples

as the erosion came within just three feet of the newly built area.  With the help of other mission teams, we spent the entire rainy season protecting the ground with plastic and trying to replace the earth that had been washed away.  We felt like we were “shoveling snow in a blizzard” and couldn’t keep up.

North Point Community Church brought a team down this Spring and helped us solve this problem.  In March,  they began work on

A very hard working team! / ¡Un equipo muy trabajador!

the wall with local contractors.  With servant’s hearts,  the team poured every drop of their physical strength into the project.  They carried block and moved sand, dirt and gravel up and down steep banks that only mountain goats should be able to traverse.

Mission accomplished! The wall is now complete. As the new rainy season begins, we are thankful for teams who came and worked so diligently alongside us.  We are blessed to have partners who share in this ministry to our children and their families.

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¡Misión cumplida!

Por Gary Powell, Director Ejecutivo

El 2010 fue un año en el cual las lluvias fueron sumamente copiosas. Un equipo de

Retaining wall almost finished / Muro de contencion casi terminado

misioneros apenas había terminado un área para actividades multiples en La Finca cuando las lluvias comenzaron. Parecía que nunca acabarían. Esto ocasionó muchos problemas, ya que el agua comenzó a erosionar la tierra que estaba a escasos centímetros de esta área. Pasamos casi toda la época lluviosa protegiendo el suelo con plástico y tratando de reemplazar la tierra que se lavaba. ¡Era como arar en el mar!

Hace unos meses, la Iglesia de North Point trajo un equipo de misioneros que nos ayudó a solventar este problema. Colaboraron con a un grupo de trabajadores locales al comenzar a construir un muro de retención. Todos pusieron cada gota de su energía en el proyecto: cargaron ladrillos, mezclaron arena y grava, todo subiendo y bajando un montón de escalones que ¡solo cabras montañesas podrían atravesar!

Wall as seen from above / El muro visto desde arriba

¡Misión cumplida! El muro está finalmente terminado. Ahora, que nuevamente comienza la época lluviosa, estamos más que agradecidos por los equipos de misioneros que colaborado tan diligentemente con nosotros. Nos sentimos muy bendecidos al tener socios en el ministerio que comparten de sí mismos a nuestros niños y sus familias.