The therapeutic riding program at La Casa began in August of 2010. The dream began much earlier when Whitney would help at La Casa de mi Padre along with her parents. She found horseback riding to be very helpful to her and desired to one day work with the children at La Casa with horses. After completing her degree in Therapeutic Riding in the U.S., she returned to El Salvador with that passion and dream still on her heart. In July of 2010, she was given two horses and she began to teach the children how to ride and care for the horses on weekends. Now that we live on the farm, children receive lessons on a more consistent basis (the boys have lessons one week and the girls the next). At the end of the school year, Whitney hosts a day for the children to share what they have learned with their houseparents and staff. The children are eager to show off their new skills and celebrate their successes.
Working with horses in a therapeutic riding setting provides not only physical benefits and exercise, but emotional ones as well. The children learn to address fear, anger, trust and self-control. They learn to care for the animals and often bind closely with the horses they ride.
We are thankful for the heart that Whitney has for the children and the way she pours onto them through the riding program.
Take a peak at this year’s riding show!
El programa de Equinoterapia de La Casa comenzó en Agosto de 2010. El sueño comenzó mucho antes cuando Whitney ayudaba en La Casa de mi Padre junto con sus padres. Ella encontró que montar a caballo era muy útil para ella y deseaba trabajar un día con los niños de La Casa con caballos. Después de completar su licenciatura en Equinoterapia en los Estados Unidos, regresó a El Salvador con esa pasión y ese sueño todavía en su corazón. En Julio de 2010, le dieron dos caballos y comenzó a enseñar a los niños a montar y cuidar los caballos los fines de semana. Ahora que vivimos en la finca, los niños reciben lecciones de manera más consistente (los niños reciben lecciones una semana y las niñas la siguiente). Al final del año escolar, Whitney organiza un día para que los niños compartan lo que han aprendido con sus padres encargados y el personal. Los niños están ansiosos por mostrar sus nuevas habilidades y celebrar sus éxitos.
Trabajar con caballos en un entorno de Equinoterapia proporciona no sólo beneficios físicos y de ejercicio, sino también emocionales. Los niños aprenden a enfrentar el miedo, la ira, la confianza y el autocontrol. Aprenden a cuidar de los animales y a menudo se unen estrechamente a los caballos que montan.
Estamos agradecidos por el corazón que Whitney tiene para los niños y la forma en que se entrega a ellos a través del programa de Equinoterapia.
Echa un vistazo en el concurso de Equinoterapia de este año!