Did you know that our new homes have names? We call the boy’s home Grace Home and the girl’s home Hope Home. We all know that love is what binds a home together, but as our houseparents parent children with difficult pasts, they know that it also takes a lot of grace and holding on to hope to travel the often rocky road towards healing.
Grace, the lavish love and forgivenees that is offered to us on a continuous basis from our Heavenly Father, needs to be extended to those around us. It isn’t always easy to take a step back and remember that the fight isn’t against us, but with the tragic consequences of the past that tries to take away our today and our tomorrow. Often the way our children react to a situation is out of the pain of the past. Hurts can grip you and hold you captive as you react out of that deep wounding. It takes grace from everyone around to give you space to work through the emotions and baggage you carry. We want to offer that grace both to the children we serve, their families and ourselves.
Hope, the belief that something will happen, even when we can not see it or feel it. Without hope, we are frozen and it is hard to move forward. The children we serve need to feel that they have support today and be able to imagine that their tomorrows can be different. Our staff needs to hold onto hope as we journey with each child. Hope for the chains of the past to be broken and that we all can walk forward with heads held high and with confidence. Hope that the seeds planted today will continue to be watered and bear fruit.
We invite you to take a look into these two homes and see the fruits of grace and hope working together in love that is changing tomorrows.
Casa de Gracia y Casa de Esperanza
Sabias que nuestras nuevas casas tienen nombre? La Casa de los Niños se llama Casa de Gracia y la Casa de las Niñas se llama Casa de Esperanza. Todos sabemos que el amor es el vincula que nos une como hogar, pero sabemos también que para los padres que viven con los chicos que han tenido pasados difíciles es necesario tener gracia y esperanza para poder recorrer el largo camino de la sanidad.
Gracia, así como recibimos el amor incondicional y el perdón cada día por parte de nuestro Padre celestial, así debemos compartirlo con todos los que nos rodean. No siempre es fácil
La gracia, el amor abundante y el perdón que nos ofrece de manera continua nuestro Padre Celestial, debe ampliarse a los que nos rodean. No siempre es fácil dar una mirada atrás y recordar las luchas que hemos tenido, y ver que hay consecuencias trágicas que amenazan con opacar nuestro presente y nuestro futuro. Muchas veces las reacciones de los chicos son resultado del dolor que han sufrido en el pasado. El dolor puede atraparlos y mantenerlos cautivos como reacción a la pena. Requiere de gracia de cada uno de nosotros para tener la confianza de trabajar con las emociones y el pasado que cada persona trae. Queremos ofrecer esa gracia, a los chicos, a sus familias y a nosotros mismos.
Esperanza es creer que algo sucederá, aun cuando no podemos verlo o sentirlo. Sin esperanza, nos estancamos y no podemos movernos hacia delante. Los chicos a los que servimos necesitan sentir el apoyo hoy y tener la certeza de que tendrán un futuro diferente. Nuestro personal necesita aferrarse a la esperanza a medida que avanza en el camino con cada uno de los chicos. Esperanza de que se rompan las cadenas del pasado y que podamos avanzar con nuestras frentes en alto y con confianza. Esperanza de que la semilla plantada hoy siga siendo alimentada y dé su fruto a su tiempo.
Les invitamos a echar un vistazo a la vida en las casas y ver los frutos de Gracia y Esperanza trabajando juntos en amor cambiando el mañana.