Beginning a new school year is a big event at La Casa. We are not a typical family of one, two, or three children; there are thirty-four. Now imagine the magnitude of the task accordingly.  It’s a job!

Ricardo at School

The school year in El Salvador runs from mid January through the first weeks of November. Our children will attend six different schools this year. Preparations for the new year began in August, two months before the school year even ended when registration forms were sent to us to be completed.  That’s a lot of paperwork!  After that, we made a list of all the school supplies that we needed to collect.  Many of you helped with this project by buying school supplies and backpacks for the children. They were brought down at the end of November and saved until January when we added other supplies that had to be purchased locally.  Backpack day is a big event at La Casa that the children eagerly anticipate!

The first weeks of January were really busy as 290 notebooks needed to be covered. The school requires that each notebook be covered with a specific color for each subject and then be wrapped in plastic and labeled with the child’s name. In addition to the notebooks, we had to cover and label 216 books. Books and notebooks must be wrapped in plastic because our climate is warm and humid and classrooms are open.

Sarai, our administrative assistant, was amazing and organized a group of fifteen people to tackle the task. Her family and older children at La Casa all accepted the challenge. They covered all of the books and notebooks with plastic in a week and a half of steady work.  Imagine the yards and yards of plastic and scotch tape that were used!

Some of the notebooks covered with colored paper, wrapped in plastic and labeled with the child's name.

Each school has its own fabric and pattern that must be used to make the uniforms. Gerardo, one of our house dads, went downtown to purchase the different fabrics and have the uniforms made.  This required measuring each of the children to ensure that the uniforms would fit.  Each child needs two uniforms: a dress uniform and a P.E. uniform.  They also need two pairs of shoes: a dress pair and a pair of tennis shoes. The house parents traveled to Soyapango (a city that is 45 minutes from San Salvador) to buy 52 pairs of shoes at the best price.  They spent a couple of days with the children finding shoes to fit each one.

Another piece of the school day involves getting the kids to school.  Public school buses do not exist in our country.  Options include private companies who charge large amounts of money or the public transportation that is not safe. So, we use our own vehicles for transportation.  Wilfredo, our driver, leaves La Casa at 6:10 to drop the children off at 5 different schools every morning. Other staff assists in getting the rest of children to their schools. Everyone has to be at school by 7:00 A.M.  It’s an early morning for everyone.

The girls wearing their new uniform!

“Hurry up! Hurry up!” is a common phrase at La Casa each morning.  Tia Fatima shares, “The little girls, all six of them, get up at 4:00 A.M.  They have a schedule to know who gets a shower when.  Each girl gets 15 minutes in the bathroom.  When they get out of the bathroom, I comb and fix their hair.  Then they eat breakfast, grab their backpacks, and head out the door. They shine their shoes, pack their backpacks, and I iron their uniforms the night before.”

Yes, it has been a busy month, but school began last week. The task complete! Working as a family is the key for this to all come together so that each child is ready.  You are part of our family.  Thank you so much for your donations of supplies and money that covered the costs of all that had to be purchased.  Thank you for your continued prayers as our school year goes forward. Your help made a new school year possible for our children!

By Diana de Rodriguez, Director of Communications

Edited by Sharon Powell

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¡Estamos Listos!

Para La Casa el inicio del año escolar es un gran evento. No somos la típica familia de uno, dos o tres niños; aquí son treinta y cuatro chicos ¡Imagínate la cantidad de trabajo que implica los preparativos del año escolar!

Ricardo muy feliz, saliendo del colegio

En El Salvador las clases inician a mediados de enero y terminan la primera semana de noviembre. Este año nuestros chicos asistirán a seis colegios diferentes. El proceso inicia en agosto, justamente dos meses antes de que termine el año escolar, los colegios nos envían las hojas de inscripción para llenarlas ¡Es un gran papeleo! Luego de esto, hacemos una lista de todas las necesidades. Muchos de ustedes nos ayudaron con este proyecto comprando útiles escolares y mochilas para los chicos, estos fueron donados a finales de noviembre y se guardaron hasta enero, donde añadimos otros materiales que tuvieron que ser comprados localmente. En La Casa el “día de la mochila”, es un gran evento que los niños esperan con ansias, es ahí donde les entregamos sus útiles.

Las primeras semanas de enero  fueron muy ocupadas, ya que se forraron 290 cuadernos. El colegio requiere que cada cuaderno sea forrado de un color específico para cada materia y luego deben ser forrados con plástico y etiquetados con el nombre de cada niño. Adicionalmente tenemos que forrar con plástico y etiquetar 216 libros. Esto se hace para proteger los cuadernos y libros ya que nuestro clima es caliente y húmedo.

José llegando a La Casa después de clases

Saraí, nuestra Asistente Administrativa, fue increíble, ella organizó un equipo de 15 personas para iniciar la tarea, su familia y los chicos más grandes de La Casa, todos aceptaron el reto ¡Forraron todos los libros y cuadernos en una semana y media! Imagina las yardas y yardas de plástico y cinta adhesiva que fueron usadas.

Cada colegio tiene su propia tela y modelo que debe ser utilizado para hacer los uniformes. Gerardo, uno de nuestros padres del hogar, viajó al centro de San Salvador para mandar a hacer cada uniforme. Se debe tener la talla de cada niño para asegurar que los uniformes les queden, cada chico necesita dos uniformes; uno de diario y otro de educación física.

También ellos necesitan dos pares de zapatos: casuales y deportivos. Los padres de hogar viajaron hasta Soyapango (una ciudad  que esta 45 minutos de San Salvador) para comprar 52 zapatos a un precio especial. Fueron varios días de búsqueda para encontrar los zapatos más adecuados para cada chico.

¡Los chicos lucen muy bien con sus uniformes!

Otro asunto importante es el transporte escolar. Los buses escolares (públicos) no existen en nuestro país. Las opciones que tenemos son pocas, una es pagar compañías de transporte privadas que son costosas o los buses públicos que no son seguros. Así que lo que hacemos es utilizar nuestros vehículos  para transportar a los niños a sus colegios. Wilfredo nuestro motorista sale de La Casa a las 6.10 a.m. a dejar a los niños a cinco colegios diferentes. Otros miembros del equipo tambien colaboran para dejar al resto de los chicos en sus colegios. La hora de entrada para cada uno es a las 7:00 a.m. ¡Muy temprano!

¡Apúrense! ¡Apúrense! Dicen los tíos y tías cada mañana. Tía Fátima nos comparte: “Las seis niñas más pequeñas se levantan a las 4:00 a.m. Yo les hago un horario para definir el orden en que se van a levantar y a bañar, les doy un tiempo máximo de 15 minutos a cada una. Al salir del baño las peino, luego desayunan, hagarran sus mochilas y se van para el colegio. Una noche antes, ellas lustran sus zapatos y yo les plancho el uniforme.”

Ha sido un mes ocupado ¡La tarea ha sido completada y las clases comenzaron la semana pasada! Para que cada niño pudiera tener lo necesario, trabajar como familia es clave. Tú eres parte de nuestra familia. Muchas gracias por tus oraciones, donaciones en efectivo y de útiles escolares, esto nos ayudó a  cubrir los costos de todo el material que debiamos comprar. ¡Gracias a tu colaboración ha sido posible el año escolar para nuestros chicos!

Por Diana de Rodríguez, Directora de Comunicaciones

Editado por Sharon Powell