QUIÉNES SOMOS
QUIÉNES SOMOS
Dónde trabajamos
La gente de El Salvador es hospitalaria, trabajadora y anhela un mañana mejor. Ellos capturarán tu corazón con su humildad y sonrisa, a pesar de las adversidades que este pequeño país ha enfrentado en el pasado y continúa enfrentando hoy. En la historia reciente, El Salvador experimentó una guerra civil que duró desde finales de la década de 1970 hasta principios de la década de 1990, cuando se firmó un acuerdo de paz entre las dos partes en conflicto. Teniendo una larga historia de dictadores, siendo derrocados y repitiendo el ciclo, la estabilidad ha sido difícil de encontrar, con una gran división entre los que tienen y los que no tienen. El Salvador es una República, con elecciones cada cinco años, pero sigue siendo un país con corrupción y delincuencia prevalente.
Durante la larga guerra civil, muchos hombres huyeron del país en busca de seguridad y no ser reclutados por ninguno de los dos bandos. Era común que niños de hasta 12 años de edad fueran llamados a la guerra y nunca regresaran a sus hogares. Esta migración continuó a principios de la década de 2000 cuando El Salvador sufrió dos terremotos devastadores en un mes. Y hoy en día, muchos huyen de sus pueblos y ciudades repletas de pandillas para evitar la presión de que incluso los niños más pequeños se unan a ellas. Las niñas a menudo se convierten en esclavas sexuales de los miembros de las pandillas y los jóvenes comienzan a cobrar las cuotas de extorsión para ascender de rango. El miedo es real.
Las estadísticas muestran que hasta el 80% de los niños viven sin una figura paterna en el hogar. Una cultura profundamente arraigada de machismo y la migración masiva han dejado a muchas familias separadas y luchando. La vida familiar disfuncional ha dejado profundas cicatrices en su gente.
Hay mucho trabajo por hacer aquí en este pequeño país, pero Dios ha llamado a los fundadores de La Casa de mi Padre a enfocarse en proveer un ambiente familiar amoroso para los niños más vulnerables que han sufrido trauma, abuso, abandono y/o negligencia. Estos niños han sido separados de su familia por un período de tiempo, ya sea largo o corto. En La Casa, el personal se enfoca en sanar corazones y trabajar con cualquier familia biológica para determinar las causas de la separación y trabajar para lograr una reconexión saludable y la reunificación siempre que sea posible y seguro hacerlo. Estamos acreditados y supervisados por el gobierno salvadoreño, y los niños son referidos por el Sistema de Protección de Menores y el Sistema de Tribunales de Familia locales.
Somos una organización sin fines de lucro libre de deudas y dependemos de las generosas donaciones de donantes que desean asociarse con nosotros. Buscamos usar los recursos que tenemos y se nos dan con integridad para honrar a Dios.
VISIÓN
Sanar corazones, restaurar familias y traer esperanza de un futuro mejor a niños en crisis en El Salvador; creando agentes de cambio para las futuras generaciones, todo para la gloria de Dios.
MISIÓN
Modelar un ambiente de hogar saludable y proveer consejería, educación, planes de vida y apoyo familiar desde un enfoque Cristocéntrico.
VALORES
FE
Nuestra relación con Jesucristo es el centro de todo lo que hacemos.
ORACIÓN
Constantemente buscamos la guía del Señor quien ha sostenido el ministerio desde su concepción y continúa siendo la base de todas las
decisiones tomadas.
COMPASIÓN
Nuestro personal ha sido llamado a ser los brazos, las manos y los pies de Dios a medida que abrazamos los niños niñas y adolescentes y sus familias en crisis y caminamos junto a ellos.
PERDÓN
Animamos a los niños, niñas y adolescentes a superar su pasado y aprender a extender la gracia que hemos recibido a través de Jesucristo.
ESPERANZA
El amor de Dios habita en los corazones de nuestros niños, niñas y adolescentes, sus propósitos y planes para su vida se desarrollan, al igual que la esperanza de un futuro mejor.
INTEGRIDAD
Creemos en ser fieles mayordomos de la provisión de Dios.
COMPARTIR
Este ministerio no se ha construido o mantenido por una sola persona, sino que realmente ha sido el resultado del trabajo de muchos. Nos deleitamos en asociarnos con otros en la obra de Dios.
Historia
Desde 2002, la Fundación La Casa de mi Padre ha brindado apoyo integral a niños y adolescentes en riesgo en El Salvador. LCDMP comenzó cuando los fundadores conocieron a más de 50 niñas y niños que vivían en una casa vieja y abandonada que estaba a punto de derrumbarse. Las malas condiciones en el hogar hicieron crecer el deseo de apoyar a los niños, niñas y adolescentes para que tuvieran acceso a una atención adecuada, y los fundadores comenzaron a trabajar con el ISNA para ayudar a guiar el proceso de formación de la identidad legal.
Al principio, el programa fue diseñado principalmente para satisfacer las necesidades básicas de los niños que incluían cuidado, protección y educación. Sin embargo, se descubrió que el concepto inicial del programa no satisfacía la profunda necesidad de sanidad de pasados traumáticos y la oportunidad de permanecer conectado con miembros sanos de la familia biológica. Considerando la difícil realidad del trasfondo de los niños, niñas y adolescentes atendidos: víctimas de abuso, abandono y adicciones como resultado de patrones disfuncionales que se han reproducido en sus familias durante generaciones, se hizo evidente que existía una necesidad más profunda. A lo largo del tiempo, la fundación ha tratado de garantizar los derechos de los niños, niñas y adolescentes, brindándoles un entorno que les brinde la seguridad para desarrollarse y alcanzar su pleno potencial y convertirse en agentes de cambio en sus hogares y comunidades.
En 2006, el se comenzó a implementar el Programa Terapéutico como una propuesta de solución para promover el reaprendizaje del verdadero valor de la familia y su importante papel en el bienestar de todos los niños y adolescentes. Este proceso de cambio incluyó la separación de las niñas y los niños en dos hogares independientes a fin de prestar una mejor atención a cada grupo de acuerdo con sus necesidades específicas, la transformación de los estereotipos de género arraigados en nuestra cultura y la mejora de la comprensión y el empoderamiento de ambos grupos. Una familia administraba cada hogar, desempeñando el papel de padre y madre para los niños colocados bajo su cuidado mientras modelaba cómo funciona una familia saludable. Además, se brindó apoyo esencial en el hogar para asegurar el desarrollo integral de cada niño, niña y adolescente, incluyendo la atención de las necesidades psicológicas de cada uno.
Asimismo, se inició el componente de Restauración Familiar con el fin de preservar, mejorar, fortalecer y restaurar los lazos familiares tal como lo establece la LEPINA, Ley de Derechos de la Niñez en El Salvador, de tal manera que el contacto con las familias sea más frecuente a través de visitas domiciliarias, llamadas telefónicas y visitas familiares en el LCDMP que incluyen una pieza educativa y atención psicológica. Estos contactos con la familia se siguen utilizando para trabajar con cada familia en la superación de la causa de la colocación institucional con la esperanza de una futura reintegración o colocación familiar, garantizando así el derecho de todos los niños, niñas y adolescentes a ser criados en su familia, en la medida de lo posible y de acuerdo con su interés superior.
A partir de noviembre de 2015, LCDMP se trasladó a su ubicación actual en las instalaciones de Finca el Milagro. Los padres de hogar ahora viven en una casa con un grupo de 6 a 8 niños junto con sus propios hijos biológicos. Una red de apoyo se coloca alrededor de cada hogar para continuar asegurando que el este funcione de una manera saludable que conduzca a la sanidad y a la restauración de las relaciones entre el niño y la familia. Hemos podido ver cambios dramáticos en el comportamiento, el desempeño escolar y la salud emocional en las vidas de los niños y adolescentes como resultado de experimentar un ambiente familiar amoroso.
Directivos
Junta directiva
Aubrey Knight
Presidente
Jeff Foote
Vice Presidente
Mac Miller
Tesorero
Dawn Forbes
Secretaria
Richard Bourland
Carol Dark
Jan Napoli
Gary Niebur
Ben Reid
Ryan Wetzel
Bill Willits
La Casa de mi Padre esta asociada a My Father’s House International para poder ofrecer recibos deducibles de impuestos por donaciones lo que ayuda a cubrir los costos operativos de las casas. My Father’s House International, Inc. es un ministerio interdenominacional, centrado en Cristo, reconocido por el Servicio de Impuestos Internos de los Estados Unidos, bajo la sección 501(c)(3) del Código de Impuestos Internos, como una organización exenta de impuestos.
Gary & Sharon Powell
Junta de Consejeros
Scott Anderson
Enie Bourland
David Dark
Karen Feldenzer
Jeff Forbes
Esther Knight
Joseph Napoli
Ed Read
Pat Tarleton
FAQ acerca de La Casa
¿Quiénes somos?
¿Por qué un entorno familiar?
¿Cómo trabajamos?
- Salud y nutrición: Nos asociamos con médicos, psiquiatras, neurólogos y nutricionistas para asegurar que nuestros niños reciban la atención médica adecuada que necesitan para crecer y desarrollarse.
- Consejería: Proporcionamos consejería individual y de grupo centrada en Cristo para los niños y sus familias para sanar heridas profundas en sus corazones.
- Académico: Los niños vienen a nosotros con diferentes antecedentes educativos, algunos nunca han ido a la escuela. Trabajamos para identificar las necesidades académicas de cada niño y buscar entornos educativos donde puedan alcanzar su máximo potencial. Proporcionamos el apoyo que cada niño necesita para tener éxito a través desarrollo de hábitos de estudio, la ayuda de tutoría y la comunicación consistente con las escuelas.
Creemos que la salud de nuestro personal tiene un gran impacto en el cuidado de los niños. Nuestro personal recibe capacitación constante y continua para poder abordar mejor las situaciones cotidianas con los niños, así como las rutinas de autocuidado necesarias para garantizar una salud mental adecuada.