NUESTRO MODELO

NUESTRO MODELO

Estamos comprometidos a modelar una familia centrada en Cristo para cada niño que se nos confía. En La Finca los niños viven en hogares donde la madre y el padre (y sus hijos biológicos) sirven como modelos familiares y dan la bienvenida a los niños a su hogar por el período de tiempo que el sistema judicial considere necesario.

Cada hogar hace vida juntos -trabajo y entretenimiento- y sirve en una iglesia local como una unidad familiar. No hay más de seis a ocho niños viviendo en cada hogar para que podamos proporcionar un ambiente de amor, seguridad, esperanza y aliento mientras trabajamos con las familias biológicas para lograr la restauración y la reunificación si es posible.

A los niños se les proporciona refugio, comida, ropa, una educación que mejor satisfaga sus necesidades individuales y consejería mientras trabajan con su familia biológica.

Trabajar con la familia biológica para identificar la causa raíz de la separación y luego trabajar con la familia para encontrar los recursos apropiados y consejería para ponerlos en un curso nuevo y diferente para el futuro es un énfasis de nuestro programa. La Casa de mi Padre se enfoca en la restauración y reunificación de familias cuando es posible. Cuando la reunificación familiar no es posible o no es segura para el niño, La Casa de mi Padre le proporciona al niño una familia segura, estable y amorosa en la cual crecer y hacer la transición hacia los adultos jóvenes.

Buscamos rodear a las unidades familiares de crianza con el apoyo que necesitan para cuidar a los niños y permanecer como unidades familiares saludables. También se proporciona capacitación regular y continua al personal para asegurar que la atención que brindamos se base en las mejores prácticas y en el conocimiento del trabajo con niños que han sufrido traumas.

 

 

Vida en Familia

 

El deseo de nuestro equipo es vivir y compartir a Cristo diariamente para que cada niño pueda conocer Su amor y sanidad. Nuestro enfoque es modelar una familia a través de un ambiente de hogar. Cada hogar consiste de un padre y una madre, sus hijos biológicos y los niños a los que sirven. Nuestros padres de hogar reciben un presupuesto mensual para cubrir todas las necesidades de la casa, mientras que el personal de apoyo de La Casa está allí para proporcionar el apoyo necesario para que puedan cumplir con sus funciones de una manera saludable.

Consejería

La Casa de mi Padre provee consejería individual y grupal Cristocentrica para ayudar a sanar las heridas profundas de los corazones. Las sesiones individuales ayudan al niño a abordar el trauma que ha experimentado y las sesiones grupales ayudan a los niños a aprender a vivir juntos de una manera saludable.

La consejería se extiende a todo nuestro personal. Nuestro personal es entrenado continuamente para ser entrenadores de vida mientras interactúan con los niños.

 

Académico

 

La Casa de mi Padre trabaja para identificar las necesidades individuales de cada niño y colocarlos en un ambiente educativo donde puedan alcanzar su máximo potencial. Tenemos una Coordinadora Educativa que sirve para ayudar a evaluar las necesidades de aprendizaje, encontrar los entornos educativos adecuados para apoyar esas necesidades de aprendizaje, y servir de enlace entre los hogares y los colegios, mientras que ayuda a crear planes de intervención cuando sea necesario. Los padres participan activamente en las actividades escolares del niño, supervisando las tareas y asistiendo a las reuniones escolares.

Plan de Vida

Una vez que el niño llega a la adolescencia, trabajamos con él para identificar sus intereses, talentos y habilidades para ayudarlo a orientarse hacia el logro de sus metas y sueños en la vida.

Programa Familiar

La Casa de mi Padre intenta romper los patrones generacionales de abuso y abandono a través de su programa de consejería familiar. Las familias visitan nuestras instalaciones mensualmente y participan en Escuelas para Padres, clases de alfabetización y sesiones de consejería grupal e individual. Compartimos conversaciones, actividades recreativas y una comida juntos mientras modelamos la vida familiar.

Nuestros trabajadores sociales y psicólogos dedican tiempo semanalmente a hacer visitas familiares para monitorear el progreso del Plan de Intervención Familiar creado con cada familia. Al trabajar con las familias, tenemos una mejor oportunidad de romper con los patrones generacionales negativos y aumentar las oportunidades de interacciones y futuros familiares más positivos.

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