Nuestra esperanza en La Casa es que los niños experimenten el dicho: “El amor vivr en las familias”. Los niños a los que servimos provienen de pasados duros, pasados difíciles que han dejado una huella duradera en sus vidas, sus corazones y sus almas. Y no, no nos vemos a nosotros mismos interviniendo y siendo su todo, realmente sólo Dios puede hacer eso. Pero nos vemos a nosotros mismos como dando un paso adelante hacia el llamado de proveer un lugar seguro y la gracia que se necesita para avanzar en el viaje hacia la sanación….tanto para el niño como para su familia biológica.
Cada uno de nuestros hogares cuenta con una pareja de padres de hogar que abrazan a un pequeño grupo de niños para formar parte de SU familia durante el período de tiempo que los tribunales consideren necesario. Buscamos proporcionar un ambiente de amor y seguridad para que el niño viva, crezca y sane. Nos sentimos como si la familia fuera ese lugar.
La semana pasada, celebramos el Día de la Madre en todo el mundo. Puede ser un día muy duro para los niños a los que servimos como su pasado, sus emociones y el presente chocan. Un lugar donde el dolor y la alegría se entrelazan. Pero nuestras madres de las casas han estado allí para dar gracia donde se necesita gracia….gracia al niño que sufre, gracia al niño que lo ha cerrado todo, y gracia a sus familias. Están ahí para tomar de la mano y de los corazones.
Queremos celebrar a nuestras mamás y el papel significativo que juegan en las vidas de los niños que han abierto sus brazos para abrazar. ¿Se uniría a nosotros para orar por ellas y animarlas con alguans palabras de aliento? Si está leyendo esto, deje un comentario a continuación que le anime. ¡Nuestras madres son increíbles!