EL PUENTE
EL PUENTE
Actualmente tenemos dos hogares, uno para hombres jóvenes y otro para mujeres jóvenes, que son supervisados por nuestro coordinador de Casa de Transición. Las casas son de manera muy parecida a un dormitorio en los Estados Unidos donde los asistentes residenciales viven en el hogar y sirven para guiar y apoyar a los jóvenes adultos en la toma de decisiones, habilidades para la vida independiente y el desarrollo de relaciones interpersonales a medida que avanzan hacia la independencia. Nuestros jóvenes adultos aprenden a planificar y cocinar sus comidas, administrar su dinero, viajar en transporte público, lavar su propia ropa y cuidar de la casa a la vez que continúan su educación. Se espera que cada adulto joven adquiera una pasantía o un trabajo de medio tiempo dentro del primer año de graduarse de bachillerato. Nuestro deseo es ayudar a prepararlos académica y/o vocacionalmente, emocional y espiritualmente para una vida independiente.
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Casa de Jóvenes
Esta casa fue una generosa donación de un empresario local y fue diseñada para nuestros jóvenes adultos mayores de 18 años. En El Salvador, los niños salen de los hogares de niños a la edad de 18 años, pero creemos que es importante apoyar a nuestros jóvenes adultos mientras terminan sus estudios y hacen la transición a la vida independiente. Ya sea terminando el bachillerato, obteniendo un título universitario o entrenamiento vocacional, nuestro deseo es ayudar a cada joven a alcanzar su máximo potencial.
Casa de Jovencitas
Las investigaciones demuestran claramente que con antecedentes traumáticos, la maduración de los jóvenes puede ser lenta y 18 años para uno puede no ser 18 años para alguien que ha tenido más de lo que muchos de nosotros podemos imaginar. Por lo tanto, nuestras esperanzas de reducir la brecha de la dependencia a la independencia con las habilidades, herramientas y apoyo que los llevarán a un futuro más brillante.
Testimonios
Uno de los propósitos de nuestro Programa de Transición, El Puente, es proveer recursos para que los jóvenes adultos maduren y crezcan en un ambiente que nutre la fe y los valores que aprendieron en La Casa de mi Padre. Es una continuación… hacia la independencia.
