En Proverbios 16:9 (NVI) dice: «El corazón del hombre propone su camino,pero Jehová dirige sus pasos». Este año hemos hecho un viaje para ver la fidelidad de Dios. Dios ciertamente se ha manifestado en grandes formas a lo largo de los años. Él ha sido nuestra constante, y hemos tratado de hacer de Él nuestra guía. Pero la fidelidad de Dios no significa que hayamos rezado por lo que queríamos y que Él se haya limitado a repartir nuestros deseos. Nos ha dejado tropezar, nos ha dejado llegar al final de nuestra cuerda y nos ha dejado morir los sueños. Nos ha enseñado mucho sobre Él mismo.
Un sueño que teníamos, la construcción de un centro educativo, pareció morir hace varios años cuando se hizo tan engorroso y lleno de trámites burocráticos construir y dirigir una escuela en El Salvador. Continuamos nuestro camino de enviar a los niños al colegio. Pero COVID. A partir de una dura temporada de tratar de escolarizar a tantos niños con acceso limitado a Internet, trepando a los árboles para tratar de conseguir una señal de Internet y sacando a todo nuestro personal de sus tareas sólo para sobrevivir, Dios abrió puertas que nunca pensamos que fueran imaginables. Escucha como Gary habla de la esperanza que Dios ha puesto en nuestros corazones una vez más.