Celebramos a las madres

La semana pasada se celebró el Día de la Madre en todo el mundo. En El Salvador, el Día de la Madre se celebra siempre el 10 de mayo. En Estados Unidos, el Día de la Madre se celebra siempre el segundo domingo del mes de mayo. Es un día reservado para honrar a las madres y la influencia que tienen en sus familias y en la sociedad.

El papel de la madre en la familia cambia a lo largo de la vida del niño. Puede ser cuidadora, coordinadora de actividades, conductora, maestra, apoyo emocional, consejera, entrenadora, doctora, guía espiritual, consuelo en la mitad de la noche… la lista es interminable. Las madres desempeñan un papel crucial en la formación de sus hijos.

Dentro de La Casa, los niños vienen con mucho dolor con respecto a la familia. Ha habido traumas significativos, dolor intenso que lleva a la ira o al entumecimiento. Consecuencias del daño y el mal en nuestro mundo. Sus experiencias han distorsionado cualquier normalidad.

Creemos que la familia fue un diseño de Dios. Hemos visto que los niños anhelan esperanza, familia y restauración. Y parte del viaje hacia la curación es colocar al niño en uno de nuestros tres hogares, donde los niños viven con un conjunto de padres de acogida y un pequeño grupo de niños, formando una familia juntos mientras navegan por el proceso de curación y los próximos pasos. En definitiva, la madre de acogida desempeña un papel importante a la hora de ayudar al niño a sentirse seguro, querido, cuidado y abierto a comenzar la curación. Estamos agradecidas a todas las madres de acogida que se vuelcan con los niños.

También hay muchas otras mujeres dentro del ministerio que se vuelcan en la vida de los niños: fundadoras, administradoras, tías, profesoras, orientadoras y voluntarias. Todas ellas cuidan de los niños de diferentes maneras. Ellas han sido modelos de madres.

Sin embargo, nuestro verdadero deseo es que Dios sane y restaure a su propia familia biológica siempre que sea posible. Algunos de nuestros niños todavía tienen madres con las que mantienen contacto, por lo que nuestro trabajo con la familia biológica sigue siendo una parte crucial de nuestro programa. Sanidad, educación, formación laboral, restauración: todo un camino. Para los que han perdido a su madre, vemos el dolor. Nuestro trabajo consiste en sentarnos con estos niños y rezar para que encuentren un camino de curación y palabras al dolor.

A pesar de todas las dificultades, Dios ha bendecido abundantemente este ministerio a través del concepto de familia. Nuestra esperanza es que los niños encuentren una atmósfera familiar centrada en Dios que ellos también quieran modelar algún día. Un saludo a todas las madres de nuestras vidas.