Each spring we have the privilege of partnering with CMDA out of Richmond, Virginia to host a medical clinic for our neighbors around the farm. They bring a team of doctors, dentists, pharmacists, nurses and other medical professionals who partner with local doctors to provide medical, dental and vision care to those who do not have easy access to these services.
Helping begins by understanding the culture you want to reach out to, so this group visited homes in the communities to see first hand the needs. They also provided a half-day of talks on various topics related to health care…from dental care to dehydration to high blood pressure and diabetes to women’s health.
And then came the clinic days. The team saw around 300 people in two days for general medicine, dental and vision care. No, not every person who comes to the clinic is sick. Those living in poverty are often marginalized. They long to be listened to, to feel as if they have a voice. They like to have a gentle hand hold their hand and for someone to look in their eyes as they share how they feel. The doctors always take the time to pray for each person. Our neighbors may leave with medicines they need, or they may leave with just some vitamins…but they leave having been valued.
Join us in saying “Thank-you” to this medical team who showered our community with their care this past week!
Cada primavera tenemos el privilegio de trabajar juntos con CMDA de Richmond, Virginia, para realizar una clínica médica para nuestros vecinos alrededor de la finca. Ellos traen un equipo de médicos, dentistas, farmacéuticos, enfermeras y otros profesionales médicos que se asocian con médicos locales para brindar atención médica, dental y visual a quienes no tienen fácil acceso a estos servicios.La ayuda comienza por entender la cultura a la que se quiere llegar, por lo que este grupo visitó hogares en las comunidades para ver de primera mano las necesidades. También ofrecieron un medio día de charlas sobre diversos temas relacionados con la atención médica… desde la atención dental, la deshidratación, la hipertensión arterial y la diabetes hasta la salud de las mujeres.
Y luego llegaron los días de la clínica. El equipo atendió a unas 300 personas en dos días para medicina general, odontología y cuidado de la vista. No todas las personas que vienen a la clínica están enfermas. Los que viven en la pobreza a menudo son marginados. Anhelan ser escuchados, sentir como si tuvieran voz. A ellos les gusta sentir alguien que les toma la mano y que alguien les mire a los ojos mientras comparten cómo se sienten. Los médicos siempre se toman el tiempo para orar por cada persona. Nuestros vecinos se pueden ir con los medicamentos que necesitan, o se pueden ir con sólo algunas vitaminas… pero se van valorados.
Únase a nosotros en decir “Gracias” a este equipo médico que bañó nuestra comunidad con su cuidado la semana pasada!