Hi. My name is Hannah House (Hannah Casa) and I am 18 years old. I just graduated from Alpharetta High School and will be attending Georgia College & State University (GCSU) in the fall. Last summer, in June, I had the privilege of going on a GlobalX mission trip to La Casa de mi Padre, in El Salvador. Coming down with a team always includes some type of project/mission to be completed, besides sharing God’s love. Since our team had a project that was not close to La Casa, we did not get to spend loads of time with the kids; therefore, every moment that we spent with them we cherished. In the short time that I spent with them I fell in love with them, or so I thought.
As a graduation present, my parent’s offered me either a graduation party or a trip to El Salvador. Obviously I chose the trip to El Salvador. My parents knew that I had loved last year’s mission trip there and that I was hoping to go back in the future. It ended up being sooner than later, which was awesome! Flying internationally alone was a little nerve racking, but I just had to remind myself that ultimately God is in control. Once I got to El Salvador, I enjoyed more kid time the first day than I had recieved on my whole trip last summer! I was definitely excited that every day would be filled with hours of time with these kids.
Last year I left La Casa thinking that I loved these kids with a kind of family love, but this time I am leaving with an even more overwhelming love – a love that could only be possible through God. I have seen God’s love pour out from these broken children who are continually filled with joy and laughter. This trip has not only strengthened my relationships with the children, but has allowed me to see God’s love from a whole new perspective. It makes me extremely sad to leave, but I know The Lord has great things in store for my future (Jeremiah 29:11). This is definitely not the last time El Salvador will be seeing Hannah Casa (:
Bendiciendo o bendecida
Hola. Mi nombre es Hannah House (Hannah Casa) y tengo 18 años. Me acabo de graduar de Alpharetta High School y asistiré a Georgia College & State University (GCSU) en el otoño. El verano pasado, tuve la oportunidad de unirme al equipo de GlobalX y visité La Casa de mi Padre, en El Salvador. Este tipo de viajes siempre requiere de completar un proyecto además de compartir del amor de Dios. Como el proyecto que nuestro equipo desarrolló no estaba cerca de La Casa no tuve la oportunidad de pasar mucho tiempo con los chicos; sin embargo, disfruté cada momento que compartimos. En ese corto tiempo aprendí a amarlos, o eso creí.
Como regalo de graduación, mis padres me ofrecieron una fiesta o un viaje a El Salvador. Por supuesto elegí el viaje. Mis padres sabían cuánto había disfrutado de ese viaje con el equipo de Global X y que realmente quería regresar algún día. Y fue más pronto de lo que pensé lo que es grandioso! Viajar sola fue un poco estresante, pero siempre tuve en mente que Dios tiene todo bajo control. Una vez llegué a El Salvador, disfruté desde el primer día con los chicos más que todo el viaje del verano pasado! Definitivamente estaba fascinada de saber que cada día pasaría horas con ellos.
El año pasado dejé La Casa pensando que amaba a estos chicos como a mi propia familia, pero esta vez me voy con una amor enorme por ellos – un amor que solo es dado por Dios. He visto el amor de Dios en cada uno de estos chicos que a pesar de lo que hayan vivido siempre están llenos de gozo y sonrisas. Este viaje no solo ha fortalecido mi relación con los chicos, me ha permitido ver el amor de Dios desde una perspectiva completamente diferente. Me entristece tener que partir, pero sé que el Señor tiene grandes planes para mi vida (Jeremías 29:11). Definitivamente esta no será mi última visita a El Salvador, seguirán escuchando de Hannah Casa (: