by Patty Ramirez, Director of Treatment
Many of you probably are not aware that the therapeutic program at La Casa has its own cycle. While the children are off from school, our program goes “on vacation” as well. What this means is that the “formal” counseling program, such as groups and individual sessions, goes on break and becomes a resource available when needed. Counseling at La Casa is a lifestyle, so even though the regular schedule of meetings is not in place, there is
always an opportunity to share, process a situation and give counsel. During the children’s time off (November through January) they have the opportunity to participate in different recreational activities that are part of the vacation program created by the Tios and Tias each year. If you have been following our blog you have probably seen a little about these activities and now you have noticed that our kids are back in school. This means the program cycle starts again!
In their first week of school, most of the children were already asking if their group session was going to take place that same week as well. To give you a better idea, group sessions provide them with an opportunity to express their feelings, share their thoughts, give and receive accountability and support each other. On the other
Patty hangs out with some of our teenagers at La Casa / Patty pasa un rato con algunos de nuestros adolescentes.
hand, individual sessions become a powerful tool in the restoration process as it allows us to “go deep”. I have had the privilege to have individual sessions with a group of our children for almost 3 years now. This week God spoke to me through some of them! Today, it amazes me that they are able to give back and how God is using their past -a really hard one! – for something good, and even to minister others, including me! Rick Warren said: “Other people are going to find healing in your wounds…” and I am seeing how that is becoming a reality through our kids.
Every year before the program cycle begins, God gives me a key word on what the year’s program should be based upon. Last year the key word was RESTORATION. God is and will keep restoring our children’s hearts and lives. This year the word He showed me was EMPOWERMENT. God has allowed me to be a part of La Casa’s
La Casa's child care team before starting a training / El equipo de cuido de ninos justo antes de iniciar una capacitacion.
therapeutic program for almost five years, when I look back I am amazed to see all that God has done, the people he’s brought to the team and how much we all have grown. I know that each one of us at La Casa has a vision –and passion- for the children and their families. As I was sharing with the child care staff a few weeks ago, no matter how long or short our season at La Casa is, we strive to give our best, we strive to believe what God will do and we become a part of that. This is a year where everybody at La Casa will not only experience more ownership of the program, but will believe in the vision knowing that God will be faithful to complete it. This will be a year of changes, and my desire is that each person serving at La Casa will embrace his/her role in a way that we all become first-hand-witnesses of God’s work, and that everybody feels that God’s work is also theirs. As we start the program cycle again I’m anxious to see what God will do, where God will lead… one thing I know “He who started the work will be faithful to complete it”.
*******************************************
COMENZANDO EL CICLO…
Muchos de ustedes probablemente no saben que el programa terapéutico en La Casa tiene su propio ciclo. Mientras los niños están fuera de clases en la escuela, el programa también “se va” de vacaciones. Lo que significa es que el programa de
Teenagers and child care team celebrating during a "Ring Ceremony" / Adolescentes y parte del equipo celebrando durante "la Ceremonia de Anillos".
consejería “formal”, como los grupos de apoyo y las sesiones individuales, se encuentran en receso y se convierten en solamente un recurso a utilizar cuando sea necesario. La consejería en La Casa es un estilo de vida, así que aun cuando el horario regular de sesiones se ve interrumpido por diferentes razones, siempre existe una oportunidad para compartir, procesar una situación y brindar consejo. Durante este tiempo (de noviembre a enero), los chicos tienen la oportunidad de participar en diferentes actividades recreativas que son parte del programa de vacaciones elaborado por los Tíos y Tías cada año. Si ustedes han estado siguiendo nuestro blog, probablemente han visto algunas de estas actividades, y también habrán notado que los chicos ya comenzaron clases de nuevo. Esto significa que el ciclo del programa comienza de nuevo!
Desde su primera semana en el colegio, muchos de los niños estaban ya preguntando si los grupos de apoyo iban a dar inicio esa semana también. Para darles una mejor idea, las sesiones grupales proveen a los niños de una oportunidad para expresar sus sentimientos, compartir lo que piensan, rendirse cuentas y apoyarse mutuamente. Por el otro lado, las sesiones individuales se convierten en un arma poderosa en el proceso de restauración, ya que permite la oportunidad de “profundizar más”.
Por casi tres años, he tenido el privilegio de tener estas sesiones individuales con un grupo de chicos, ¡y esta semana Dios me habló a través de ellos! Me impresiona como ahora ellos tienen la capacidad de retribuir parte de lo que se les ha dado, y como Dios está usando su pasado (uno muy difícil) para hacer algo bueno y así ministrar a otros, ¡incluso a mí! Como dijo el autor Rick Warren: “Otras personas encontrarán sanidad en tus heridas…”. Yo he podido ver como eso se está haciendo realidad a través de nuestros chicos.
Cada año antes de iniciar el ciclo del programa, Dios me regala una palabra clave para el ciclo del programa terapéutico. El año pasado la palabra clave fue RESTAURACION. Dios esta y seguirá restaurando los corazones de nuestros niños y sus vidas. Este año la palabra clave que El me mostró fue EMPODERAMIENTO.
Dios me ha permitido ser parte del programa terapéutico de La Casa por casi 5 años, cuando miro hacia atrás me maravillo al realizar todo lo que Dios ha hecho, de ver las personas que Dios ha traído al equipo de trabajo y cuanto hemos crecido todos en este proceso. Sé que cada uno de nosotros en La Casa tiene una visión (y pasión) para los niños y sus familias. Como compartía hace un par de semanas con el equipo de cuidado de niños, no importando qué tan larga o corta sea nuestra temporada en La Casa, vamos a esmerarnos para dar lo mejor, creeremos en lo que Dios hará y nos convertiremos en parte de su obra. Este es un año en donde todos en La Casa no solamente se apropiarán del programa, sino que también creerán en la visión sabiendo que Dios será fiel en completarla. Este será un año de cambios, y mi deseo es que cada persona que sirve en La Casa pueda abrazar su rol por completo, de tal forma que todos nos convirtamos en testigos de primera mano del trabajo que Dios está haciendo, y así todos sientan que el trabajo de Dios es también de ellos. Mientras comenzamos el ciclo del programa espero con ansias lo que Dios va a hacer, hacia dónde nos va a dirigir… De una cosa estoy segura “Aquél que la buena obra empezó, será fiel en completarla”.